¿SOMOS TAMBIÉN RESPONSABLES?
¿A quiénes estamos educando?
¿Para qué les estamos educando?
¿Cómo les estamos educando?
¿Tendremos los DOCENTES algo de responsabilidad en cómo elegimos y reelegimos CORRUPTOS, NARCOTRAFICANTES, PARAMILITARES, MAFIOSOS y demás personajes que tienen al país sumido en la desigualdad, en la guerra, con la salud hecha trizas, la infraestructura quebrada y el medio ambiente a merced de la maquinaria extractivista?
¿O acaso otros nos han arrebatado esta importante misión en la sociedad?
Vivimos en un mundo al revés, se han trastocado sus valores, nos formaron en un mundo dual, entre lo bueno y lo malo, este maniqueísmo ya no tiene solo a las iglesias como su principal artífice, los medios de comunicación son los nuevos púlpitos, el aula de clase es un recinto monótono y aburrido donde el educador CRÍTICO intenta con las uñas sembrar el estudio, el análisis y la reflexión inexistente en el mundo “REAL”.
Un hombre que nació hace casi 200 años en un lugar conocido como Tréveris lo llamó ALIENACIÓN, demostrando que esa realidad falseada era ante todo IDEOLOGÍA, ese PODER de quienes gobiernan constantemente con la mentira y el engaño. Hace más de 2.400años otro hombre en la antigua Grecia lo describió en un mito llamado la Caverna.
Develar este mundo es la acción educativa, pedagógica y política más importante, esa debe ser nuestra principal tarea, no solo intentar disciplinar y controlar, buscar formar sujetos dóciles y obedientes, el sujeto crítico y pensante está dispuesto a tomar la cicuta si es necesario, antes de obrar encontra de sus principios, de su ética.
Educadores, obreros, estudiantes, sacerdotes, campesinos, militares, policías, médicos, enfermeros , en fin toda la sociedad debería hoy reflexionar si ésta debe ser la constante de nuestro país y si nuestra condición de menores de edad, donde no podemos valernos de nuestro propio entendimiento, nos ha de dejar sumidos en la barbarie, en la premoderna condición medieval de llevar a la hoguera a las mujeres y hombres que piensan y son libres, a quienes consideran que su espiritualidad y sexualidad están más allá de la fe y el dogma.
Debemos hacer de éste país un lugar incluyente, donde se respete al diferente, donde no se encarcele, se destierre y asesine al que piense y actúe distinto.
Una de las máximas de la Escuela de Francfort en cuanto a la educación era mostrar y reflexionar profundamente sobre el Holocausto NAZI y así contribuir a su no repetición, sin embargo la humanidad parece no aprender y lo peor, pareciera que no sabe educar.
Al otro lado del mundo vemos hoy cómo la civilización norteamericana y europea impone los valores de la “DEMOCRACIA”, generando guerras eternas, destruyendo naciones prósperas y amenaza con repetir la catástrofe nuclear.
Ese modelo democrático lo quiere volver a imponer en América Latina, donde aún no cicatrizan las heridas de la ALIANZA AMERICANA ANTICOMUNISTA la tristemente célebre Triple A, que las valientes abuelas y madres de la plaza de Mayo en Argentina con la pedagogía de la persistencia y la dignidad, nos ayudan a NO OLVIDAR.
Si, el OLVIDO, es lo que nos hace creer ciegamente en la reedición de nuestro propio HOLOCAUSTO, hemos olvidado las cientos de miles de fosas comunes que están sembradas el todo el territorio nacional, los hornos crematorios, las masacres, las torturas, los miles de desaparecidos, los millones de desplazados, los genocidios políticos como los de la UP, los falsos positivos y muchas más atrocidades de esta GUERRA que aún no termina y de la cual estamos cansados la mayoría de l@s colombian@s, guerra que no libran los RICOS de este país, pues los que se enfrentan en los campos de batalla son del pueblo y no hijos de las castas dominantes, los soldados, policías, guerrilleros y paramilitares son pueblo humilde que se enfrenta y asesina, mientras la CLASE dominante se sienta a manteles y superan pequeñas diferencias.
Nuestra pedagogía debe ser contra el OLVIDO, por la MEMORIA, por la HISTORIA, donde los victimarios no posen y pasen de víctimas, donde el verdugo sea reconocido y condenado, no reelegido.
Por esto insistimos en un ¡YA BASTA! en una verdadera ¡PAZ ESTABLE Y DURADERA!
¡PAZ CON JUSTICIA SOCIAL!
William Javier Díaz
Colectivo TJER
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