Durante la reunión se abordaron los siguientes temas:

1.       Presentación del libro Los anormales.

2.       Seminario: a) ponentes; b) publicidad; c) cineforo.

3.       Próxima reunión

Desarrollo

La presentadora del libro Los anormales realizó dos actividades previas de sensibilización y reflexión. La primera fue la exposición de imágenes en las que se podían apreciar parejas con síndrome de down, usuarios de silla de ruedas, personas con vitíligo, y otros tipos de discapacidad o limitación. La segunda actividad fue la presentación de un vídeo titulado “Lo invisible, lo indecible, lo detestable” con texto de Ignacio Calderón Almendros y voz de Carlos Skliar. Tras estas dos actividades los asistentes comentaron sus opiniones y sensaciones algunas de las cuales fueron:

a.       Se continúan reproduciendo los prejuicios y valoraciones que sobre lo diferente se tiene desde hace siglos.

b.      Aunque se pugna por la utilización de un lenguaje políticamente correcto no se va más allá pues se sigue excluyendo, etiquetando y subyugando a la población que se sale de lo “normal”. Esto lo que refleja es una discapacidad social para comprender al otro y aceptarlo.

c.       La sociedad aprueba los cuerpos que son funcionales, productivos, obedientes y que pueden reproducir el modelo imperante.

d.      Pervive el miedo a lo diferente porque no se conoce.

e.      La sexualidad en la población con discapacidad es un tema tabú. Se suele infantilizar a estas personas y negarles la oportunidad de ser.

f.        La sociedad patriarcal de la que somos parte reconoce el derecho  a la sexualidad a los hombres y acepta que tienen deseos, incluso en el caso de que haya discapacidad, con las mujeres ocurre lo contrario.

g.       La asignación de roles y etiquetas castra a los individuos y les impide desarrollar sus potencialidades.

h.      A partir de la designación de normal y anormal se ejerce un poder. Un ejemplo patente es la esterilización no consentida de personas con discapacidad.

i.          El pasado de exclusión, condenación, miedo, aún está en el inconsciente colectivo.

Después de estas reflexiones la expositora comentó que el libro Los anormales, se conforma por una compilación de clases dadas por Foucault en el Collège de France entre enero y marzo de 1975. En ellas Foucault hace uso de la genealogía y la arqueología para rastrear y analizar  los conceptos de normal y anormal y cómo estas categorías determinan nuestra manera de ser y estar en el mundo.

En la primera parte del libro Foucault presenta dos informes psiquiátricos de la primera mitad del siglo XX que coadyuvan en el juzgamiento de dos personas vinculadas a investigaciones diferentes. Foucault menciona que el propósito de la justicia moderna fue imponer penas proporcionales al crimen. En ese sentido, la intervención del psiquiatra inclinará la balanza y contribuirá a magnificar la culpabilidad de los acusados acudiendo a un discurso pseudocientífico plagado de adjetivos librescos. En estos informes es evidente que la subjetividad y los prejuicios de los psiquiatras ofrecen un velo de parcialidad. Foucault compara a estos médicos con Ubú Rey, personaje de la obra homónima de Alfred Jarry, quien usurpa el poder y con crueldad y demagogia oprime al pueblo. En ese sentido el psiquiatra usurpa un poder que se hace institución y le permite al establecimiento preservarse y reproducirse. El poder del saber, de la ciencia, personificado aquí con los psiquiatras, se suma al poder jurídico.

Ante la ambigüedad a la hora de juzgar dado que surge el binomio enfermedad -  delito la psiquiatría se ocupará de lo patológico, de lo anormal y empezará a categorizar.

Foucault, apelando a trabajos anteriores, recuerda que en la Edad Media la lepra era una enfermedad que despertaba mucho temor. Las personas que padecían esta enfermedad eran expulsadas de sus comunidades. Luego el miedo se asoció a la peste pero ya no se excluía a los enfermos sino que se acudió a nuevas prácticas. Se implantó la cuarentena, nadie podía entrar ni salir de los pueblos o ciudades y se aplicaba una vigilancia rigurosa. Estos mecanismos de control fueron más efectivos para controlar a la población.

Con el tiempo, la peste fue reemplazada por lo anormal y la idea de castigo divino fue sustituida por la ciencia positivista. El discurso que legítima los mecanismos de control y exclusión es el del “Bien Común”. Ya no se busca penalizar sino resocializar, normalizar. Quienes son catalogados como anormales pierden sus derechos civiles, se consideran menores de edad.   

Tras la presentación del libro se realizaron dos actividades complementarias, una de ellas consistía en que cada asistente se observara en silencio ante un espejo por algunos minutos, la segunda, escoger a un compañero y mirarse el uno al otro. Después de llevar a cabo dichas actividades se abrió la sesión de comentarios.

Comentarios

Somos una fachada y en el patio de atrás guardamos muchas cosas, lo que nos atemoriza, lo que nos avergüenza, lo prohibido.

La episteme determina la manera como nos relacionamos con los otros y con nosotros mismos. La manera de mirar es aprendida.

En la lógica de la inclusión lo que se sigue persiguiendo es homogenizar a la población, normalizarla. Que los diversos sean como “yo”.

En la etapa anterior a la clínica era muy importante la etiología de la enfermedad, no se tenía un tratamiento y por ello se acudía al aislamiento.

En el siglo XIX el positivismo se ocupa de lo medible y cuantificable. Surge la frenología y uno de sus mayores exponentes es Lombroso quien consideraba que el tamaño y la forma del cráneo permitían identificar a los criminales y clasificarlos. La causa del crimen en esa época radica en la predisposición genética.

En la actualidad ya no se busca la causa de la enfermedad pero se tiene un arsenal terapéutico. Lo importante para la psiquiatría en estos momentos es ofrecer tratamientos sintomáticos y no preguntarse por las razones que condujeron al padecimiento. Bajo estas circunstancias la enfermedad es un asunto meramente individual. No se contempla el contexto social y familiar desconociendo que la infancia, y el vínculo afectivo son determinantes en el desarrollo mental de las personas.

El manejo de la culpa es otro elemento de control. Se busca autoculpar a los anormales, hacerlos los únicos responsables de su mal. De esta manera se evita analizar la vida familiar, las relaciones conflictivas son un tabú que se oculta tras la fachada. Ante esto se recuerda que Spinoza advierte que todo suicidio es inducido por los otros, por causas externas al individuo ya que, por instinto, ningún animal busca su autodestrucción.

 Asimismo, el individuo es doblemente culpable si no se adhiere al tratamiento. Además de cargar con culpa que otros le imputan se carga con la propia culpa. Cada individuo se agobia sintiéndose responsable de su anormalidad, de su enfermedad.

El modelo médico quirúrgico refuerza la normalización: “los otros deben ser como nosotros” y para ello los implantes, las prótesis, las terapias conductuales, etc. No se respeta ni valora lo diferentes.

Otra práctica muy propalada en nuestra sociedad es exigir a las personas con discapacidad que demuestren su valor, que justifiquen su existir y la utilidad que pueden prestar. Surgen bajo esta óptica videos y narraciones  donde se exalta a las personas con discapacidad que han llegado a incidir socialmente y se les compara con los “normales”.

2. seminario

a. ponentes: se mencionó que ya se cuenta con ponentes en las diferentes sesiones y que se encuentran en trámites para contar con participación internacional.

b. se mencionaron los sitios donde se ha distribuido publicidad del evento. Los asistentes también llevaron afiches para ubicarlos en los lugares que frecuentan y en sus sitios de trabajo o estudio.

c. cine-foro: algunos de los asistentes se postularon para realizar la sinopsis y presentación de la película así como para orientar los comentarios al final de la proyección.

3. la próxima reunión se realizará el 11 de abril en el auditorio de la Ade Norte en el horario de 6:30pm a 8:30 pm. Durante esta reunión se abordarán algunas de las categorías trabajadas por Foucault: 

1. Dispositivo

2. arqueología y genealogía

3. biopolítica

4. muerte del autor

5. disciplinamiento

6. cuerpo

7. discurso

8. exclusión.

9. historia e historiografía

10. poder

11. verdad.

12. Sexualidad.

13. normal, normalización y patológico.

14. panóptico, panoptismo y vigilancia.

El propósito es que los asistentes elijan alguna de las categorías y socialicen su indagación con el grupo.

La reunión del 11 de abril es la clausura del preseminario y se invita a los asistentes a traer algo para un compartir.